Carta de lector: “El Tábano”
Por Otilio Nardoni, vecino de Villa Minetti
Como ser humano común que soy, en momentos de placentera soledad, puedo ponerme a pensar sobre asuntos y cuestiones personales e institucionales.
En cuanto a lo personal, los años inexorablemente se me van pasando, dejando sus huellas en dolores e incertidumbres, pero también en gozos de cosas comunes y cotidianas.
En lo institucional, desconcierto, incredulidad y sobre todo perplejidad al escuchar propuestas y discursos de “nuestros candidatos”. Digo “nuestros” porque nos hacen participar, según ellos, en su elección. Cuestión muy discutible, sobre todo en una democracia como la nuestra donde el voto es obligatorio por ley, y ya dentro del recinto (cuarto oscuro), nos encontramos con nombres a los cuales no los conocemos y nunca supimos que los elegimos en las PASO (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias), como denominan al blanqueo de listas sábanas.
Recuerdo a un periodista, al cual leí en varias oportunidades, que publicaba editoriales con el nombre de “El Tábano”, tratando temas de manera brillante en un lenguaje ameno y responsable.
En este momento, quisiera tener la oportunidad de poder asemejarme a ese insecto “el tábano” y poder actuar como despertador de conciencia con el zumbido molesto y el aguijón pronto, para picar con dolorosa consecuencia a “nuestros candidatos” (los cuales también fueron en otras oportunidades) y hoy nos recuerdan las incontables falencias de los actuales funcionarios, y fueron ellos quienes al ser reemplazados por el voto de la gente entregaron el mandato, con las mismas falencias de hoy o quizás peores.
(Si mal informado como creo estoy, tenemos un potencial candidato cada muy pocos votantes en nuestra querida provincia de Santa Fe).
El tábado podría con su zumbido y su aguijón recordarles: señores candidatos, nuestra democracia debe dejar de ser joven y madurar, 35 años de promesas incumplidas, les debe enseñar a tomar con más respeto nuestro poder de decisión, muy poco valorado y mal utilizado.
El pueblo les recordará cada acción y medidas incumplidas, cada promesa renovada en campañas, repetidas en detalle de las anteriores.
El soberano no se los perdonará al momento de votar. Por favor, deben tomarnos como personas hábiles y no como un potencial voto.