Entrevista con Agostina Natta y Valeria Lizárraga, coordinadoras del proyecto HerMANADAs
Por Misael Castillo *
HerMANADAs, es un proyecto artístico que tiene como objetivo concientizar sobre los distintos tipos de violencias, en lo que a género respecta, para su erradicación. Tres mujeres, tres historias, pasan frente a la cámara. Sus rostros dicen algo. Aparece un concepto estético que recrea lo más profundos sentimientos de miedo, de dolor, de libertad. Las autoras lo describen de la siguiente manera: El objetivo del proyecto HerMANADAs es mostrar cómo el feminismo te puede salvar.
Misael: Lo primero que quisiera preguntarles es ¿Cómo, o por qué, surge HerMANADAs?
Vale: Con el inicio de junio, y del día de Ni una menos, surgieron varias actividades como pintada de murales, charlas, etc. Y pensé ¿de qué manera puedo aportarle al movimiento? Y bueno se me ocurrió que podríamos hacer esta intervención. Entonces, le pregunté a Ago (Natta) y al toque se copó. Con ella, pude terminar de armar los conceptos de cada mujer. Queríamos que sea lo más artístico, o conceptual, posible, y no tan literal. Es decir, no maquillarlas con golpes y demás sino basarnos más en cómo se siente cada cosa.
Ago: Solo agrego que el nombre de HerMANADAs sale de un grupo que tenemos, con las demás. Apenas les contamos la propuesta se re coparon. Y, además, justo había terminado de leer un libro de Cecilia Solá a quien le dedicamos parte de la intervención, ya que nos basamos mucho en ella. El libro es Cartas para la manada: A MI MANADA QUE CRECE Y SE MULTIPLICA. También, de ahí, el nombre.
Misael: En ocasiones MANADA hace referencia a la necesidad de los varones de ser parte de esa entidad siempre presente (pero, a veces, invisible) que es el patriarcado (por la misma presión social, roles de género, etc.). Ustedes, sin embargo, le cargan otro sentido. ¿Qué representa la Manada en la obra que realizaron?
Vale: Para mí el nombre herMANADAs plantea, con el juego de palabras, lo que se siente estar rodeada de mujeres que están en la misma que vos. Engloba el concepto de sororidad y, también, el de saber que jamás estás sola. Es el sentimiento que tuve la primera vez que fui a una marcha de Ni una menos, del famoso si tocan a una respondemos todas. El saberse en grupo «fuera de peligro».
Ago: Ufff!! Mi manada, nuestra manada, representa la lucha de muchas mujeres y la transformación, también llamada –proceso-, que hacemos muchas de nosotras cuando nos encontramos peleando por una causa. Significa convicción, amor, que si estoy mal, el feminismo me puede salvar. Me va a salvar. Que siempre el camino es con otras, con mis compañeras.
Vale: Y también, que por más que la sociedad a lo largo de los años nos educó para que «compitamos» entre nosotras, hoy descubrimos esta fuerza del grupo que es mucho más valiosa y enriquecedora para el camino de cada una.
Misael: En este sentido, que ustedes mencionan, de estar hermanadas en una causa, en una lucha (sabiéndose compañeras), y entendiendo que el feminismo es un movimiento que viene desde hace muchísimos años y que, en cada momento histórico se ha embanderado con diversas luchas ¿Por qué eligieron, para la obra, mujeres de distintas franjas etarias? ¿Qué buscaron con esa selección?
Vale: Fue un poco al azar. Apenas pensamos en las fotos, lo pusimos en el grupo para hacer la convocatoria abierta (para toda aquella que quiera participar y se dio que justo varias se entusiasmaron en hacerlas entonces hicimos un sorteo entre las que se animaban a participar). Sin embargo, mientras sacábamos las fotos, comentábamos entre nosotras que, justo, cada una venía genial para el -personaje- que les tocaba. Fue todo bastante casual.
Ago: Decidimos no seleccionar, sino preguntar quién quería. Y surgió. Nos emocionó que quiera Zulma, porque pensamos que, solamente, iban a querer las más chicas. A Zulma, con sus rasgos, la forma de su rostro, le quedó perfecto ese maquillaje; Lorena con esa mirada, en la oscuridad, diciéndolo todo; Agostina con su sonrisa y la tranquilidad, pero a la vez esa mirada de luz. Y nosotras pensamos las escenas pero depende quien mire, porque yo cada vez que veo las fotos, y la muestra, saco nuevas conclusiones.
Vale: Tal cual. Algo que me gusta mucho del movimiento en general y del grupo de Tostado es que no importa la edad, cada una tiene una historia, un modo de ver la vida, algo que aportarle a las demás. Muchas veces, pensamos que el feminismo es una cuestión generacional, y si bien las nuevas generaciones se muestran en su mayoría más abiertxs, creo que tiene que ver no solo con la crianza, sino, también, con la apertura que unx elija tener. Tenemos compañeras grandes y chicas y es algo para celebrar.
Misael: Mientras observaba la obra, me pasaba que, teniendo maquilladora, no se tiraron a, por ejemplo, pintar golpes (que, en todo caso, es un modo de expresión y está perfecto). ¿Cómo surge esta antiliteralidad de la obra?
Vale: En el instituto de fotografía, una profesora siempre citaba a Umberto Eco que decía que el arte es multívoco, es decir, que cada persona le puede encontrar un significado o un sentido distinto. Yo te puedo explicar todo lo que quisimos decir, o plasmar, en esas imágenes, pero a vos quizás te dispare a otra cosa y eso es lo que está buenísimo.
Misael: Lo que quiero preguntarles, en realidad, es ¿qué les permitió, en la obra, la antiliteralidad?
Vale: Si nosotras hubiésemos pintado golpes, o algo más literal, limitaría un montón la apreciación. Me parece que lo que permitió la antiliteralidad fue hacer visible un mensaje de que no estamos solas, pero sin nombrar una historia puntual, para cuidarnos entre nosotras.
Misael: Hay un texto muy hermoso que acompaña a la obra y, tanto en el concepto estético de las imágenes, como en el concepto del texto, se dejan ver diversos modos de llegar al feminismo. ¿Qué les genera esa parte del movimiento?
Vale: Si, tal cual. Algunas tenemos la suerte de llegar al feminismo por convicción y no a través del dolor, pero, una vez involucrada, duele mucho darse cuenta de todas las cosas que suceden. Duelen los dolores de las demás. En la imagen de Lorena, que está escrito el texto del prólogo de Cartas para mí manada de Cecilia Solá, se habla un poco de los distintos tipos de historias y cierra con que todas merecen ser contadas. Sin embargo, también, siento que me tocó vivir una vida privilegiada (me refiero que nunca me tocó una situación así en carne propia) y, al reconocer mi privilegio, pienso que algo tengo que hacer. Se lo debo a las mujeres que no pudieron, que fueron silenciadas, sometidas, maltratadas, que no tuvieron los medios, o que fueron violentadas y asesinadas. No sé si me explico bien, pero siento que yo, que puedo expresarme, lo tengo que hacer por las que no pudieron.
Ago Natta: Lo que puedo decir es que no importa de dónde venimos sino adónde vamos. Quiero decir, que venimos de un montón de lugares, en diferentes situaciones, pero al final nos encontramos por un fin. Somos un solo movimiento y un solo grupo. Y no solo de Tostado.
Misael: ¿Cómo fue el proceso de creación de la obra? ¿Se divirtieron? No siempre es fácil posar ante una cámara, o esperar a que te maquillen, sin querer salir corriendo a mirarte en el espejo. Eso, generalmente, trae una serie de anécdotas. ¿Cómo fue para ustedes ese proceso?
Vale: A mí me gustó mucho. Fue mejor de lo que me había imaginado. Viste que, a veces, es difícil lidiar con las expectativas, pero esta vez fue todo bien. Muy emocionante, y movilizante. Todas las chicas estaban muy entusiasmadas y nosotras, obviamente, re chochas (jajaja). Yo, capaz, como tenía toda la idea en mi imaginación, no sabía si ellas me entendían lo que quería hacer, pero por suerte todo salió mejor que lo planeado.
Ago: Estaba muy nerviosa, porque es la primera vez que hago maquillaje artístico. No sabía cómo me iba a salir, pero yo estaba muy ansiosa por empezar (jaja). Con el avance del maquillaje, me di cuenta que estaba quedando hermoso. Aparte, las chicas recontra predispuestas. La pasamos súper bien. Al principio, medio nerviosa, pero después me solté. Fue movilizante ver tanto entusiasmo. Las chicas llevaron ropa para probarse, practicaron las miradas, jodíamos. En algunos momentos, primaba lo profesional y, en otros, la diversión, pero en definitiva, se cruzaban, porque la pasamos súper bien en todo momento.
Link para observar el proyecto: https://www.behance.net/gallery/122968207/HerMANADAs.
* Misael Castillo nació en Tostado (Santa Fe) en el año 1993. Publicó Robarle al cuerpo lo que está de más (Ediciones Presente, 2019). Formó parte de la antología Voces Entramadas (Ediciones A capela 2021) impulsada por la Biblioteca Virtual de Buenos Aires. En 2021, fue seleccionado para publicar -El tiempo cuando falta- por El andamio Ediciones (San Juan) y -Gorriones que anidan en las manos- por Falta Envido Ediciones (Tucumán). Es estudiante de Lengua y Literatura y dicta talleres de Lectura y Alfabetización. Conduce el programa radial Los días más felices. Forma parte de la Colectiva de Resistencia Poética Más Poesía.