Provincia traza acciones para reducir el impacto de la “chicharrita de maíz” en cultivos santafesinos
Ante la proliferación significativa de la presencia de la chicharrita Dalbulus Maidi, conocida como “chicharrita de maíz” y que causa daños directos en los cultivos, el Gobierno de Santa Fe, a través del Ministerio de Desarrollo Productivo, ya trazó acciones con el objetivo de mitigar la plaga que impacta directamente sobre esta actividad, generando graves consecuencias económicas y productivas. En esa línea, fue convocado para el 11 de abril el Comité de Emergencia de Desastre Agropecuario.
La “chicharrita de maíz” es un insecto que transmite de manera persistente y propagativa la bacteria Spiroplasma kunkelii, causante de una enfermedad que ha mostrado una incidencia recurrente en el norte del país; sin embargo, durante las últimas semanas la situación comenzó a complejizarse en el territorio santafesino.
“Desde el Gobierno provincial estamos monitoreando la situación desde el primer momento, trabajando con las áreas de Agricultura y Ganadería y en contacto con los productores, evaluando medidas para implementar pero también proyectando cómo impacta en toda la cadena de valor, porque hoy el productor que perdió su cosecha no va a tener cereales para vender como alimento a la cadena ganadera por ejemplo. Es una situación compleja”, apuntó el ministro Gustavo Puccini.
Seguimiento, diagnóstico y acción
En cuanto a la importancia de la convocatoria, el secretario de Agricultura y Ganadería, Ignacio Mántaras, aseguró: “Estamos realizando un seguimiento y diagnóstico. Por decisión del ministro Puccini convocamos al Comité de Emergencia de Desastre Agropecuario, conformado por distintas entidades representativas de los productores, de organismos técnicos y de diversas instituciones, para analizar el impacto del Spiroplasma en las distintas regiones del territorio de la provincia de Santa Fe y las acciones a realizar para esta campaña y las futuras. Esto golpea a la producción santafesina y hace visible que la actividad agropecuaria, que se realiza con seres biológicos, a cielo abierto y bajo ciertas condiciones climáticas, es una actividad de riesgo”.
Además, indicó que “si bien se trata de una enfermedad típica del NOA y NEA, por cuestiones climáticas y por escalonamiento en la siembra se ha irradiado por todo el país. En el caso de Santa Fe, estamos analizando el impacto que genera en los lotes, afectando a los rendimientos y a un cultivo tan importante y estratégico para nuestra provincia. Ese análisis servirá para evaluar la posibilidad de declarar zonas de desastre o emergencia agropecuaria con motivo del Spiroplasma transmitido por la chicharrita del maíz en la provincia”.
Asimismo, sostuvo que el Gobierno provincial es “consciente de la gravedad de la plaga y del impacto que está teniendo cada uno de los productores que, luego de tres años de sequía, están haciendo un esfuerzo muy grande para invertir en lotes de maíz. Ahora padecen los efectos de esta enfermedad, que está afectando no solamente los rindes sino también a algunas cadenas en las que el maíz es un insumo estratégico. Estas mermas tendrán impacto en varios sistemas productivos santafesinos, por eso trabajamos mancomunadamente con distintas instituciones del sector y también con los productores”.
Sobre la “chicharrita de maíz”
Conocida como Spiroplasma, esta plaga provoca graves pérdidas en los rendimientos, generando graves consecuencias económicas y productivas. Su presencia se manifiesta en la rápida degradación de los cultivos, con una marcada disminución en su crecimiento y rendimiento.
La chicharrita del maíz, Dalbulus maidis (Hemiptera: Cicadellidae), cumple su ciclo biológico sólo en plantas del género Zea. Tiene una amplia distribución geográfica, más frecuente y abundante en maizales del norte argentino. Es un eficiente vector de tres enfermedades del maíz que solas, o en combinación, son responsables del complejo del achaparramiento o raquitismo del maíz.
Además, ocasiona daños directos tanto por alimentación como por oviposición, los cuales dependen de la densidad del vector y de las condiciones hídricas en las cuales se desarrolla el cultivo.