En las antípodas del fuego

Lamentable, inapropiada, violenta, abyecta. La imagen que durante la mañana de este lunes y martes se presentó frente a la Comuna de Villa Minetti reúne tristes calificativos. No así el reclamo de trabajadores, siempre en su justo derecho de pedir lo que creen les pertenece. No obstante, no siempre el fin justifica los medios.

Para visibilizar la protesta de un grupo de trabajadores eventuales acompañados por sus representantes gremiales se decidió incendiar gomas frente al edificio comunal. Así, cubiertas ardiendo en plena calle durante horas y el humo irrespirable invadiendo el lugar.

Si lo que se busca es ser oídos para tratar de solucionar un problema, la escena resulta innecesaria en sus formas. Y si lo que se pretende es ser visibles, el método es extraño y, cuanto menos, desafiante. Repudiable.

Banderas, pancartas, panfletos, altoparlantes, asamblea de trabajadores. Todo aceptable y necesario en tanto se pretenda hacer conocer a la comunidad el motivo del reclamo. Sin embargo, hay métodos a los que a veces se recurre y que difícilmente puedan tener algún justificativo entendible, tal como lo es prender fuego frente a un edificio, y más aún si se trata de la principal institución de la localidad.

Ese justificativo tiene, de acuerdo a lo que se dio a conocer el lunes desde el seno del conflicto, el único argumento de que como en reclamos similares en otros lugares lo hicieron y lo hacen para ser escuchados, aquí también se elije hacerlo. Abrevar en ello puede resultar peligroso.

Entonces es necesario detenerse y reflexionar en la reconocida frase “lo correcto es correcto aunque nadie lo haga, lo incorrecto es incorrecto incluso si todos lo hacen”.

Con sinsabores y conquistas, la historia de cualquier trabajador fue, es y será siempre una historia de lucha.

Cierto es que la única lucha que se pierde es la que se abandona, así como lo remarcan las pancartas que acompañan el reclamo en la localidad. Tan cierto como que a veces las formas pueden confundir los objetivos.

Desde el inicio de esta semana en distintos puntos de la provincia se vienen sucediendo reclamos por parte de representantes de actividades afectadas por la pandemia. Pedidos concretos y seguramente justificados. Ninguno recurriendo a métodos violentos, y a su vez todos cumpliendo el objetivo de hacerse escuchar por las autoridades correspondientes.

Existe el diálogo si las partes están dispuestas a escucharse. Para que el mensaje llegue a destino es indispensable saber transmitirlo. Resolver un problema implica buscarle y encontrarle soluciones.

En definitiva, tratar de ser claros. Como el agua. En las antípodas del fuego.

 

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