Raúl Rambaud y un viaje musical donde “siempre hay que tratar de florecer”

Raúl Rambaud es un músico radicado en Rafaela, donde este viernes 10 de mayo presenta su nuevo material. Oriundo de Villa Minetti, a sus 40 años cuenta con una larga trayectoria, que hoy disfruta pisando escenarios junto a sus hijas.

En diálogo con Periódico 9 de Julio, el artista contó detalles de su trabajo musical, repasó el recorrido que viene llevando adelante, lo especial de compartir la música en familia, proyectos a futuro, habló de su presente y el recuerdo permanente de sus orígenes.

¿De qué se trata Camalote de Sueños, el nuevo material que presentas el viernes 10 de mayo?

Se trata, metafóricamente hablando, de una persona. En este caso, que sería la planta o el camalote que va por la vida, que la vida es el río y lo vas recorriendo y a veces te toca estancarte a la orilla del río, a veces vas por el centro, vas dependiendo un poco de cómo te lleva la corriente, pero suele florecer. Tiene una hermosa flor.

Creo que el mensaje es tratar de florecer aun estando encallado en la orilla del río o yendo por el centro de la corriente. Y también teniendo en cuenta que somos plantas, somos perecederos, siempre hay que tratar de florecer. O sea, tratar de ser lo mejor que uno puede ser aun en adversidades.

Eso es lo que yo traté de expresar a la hora de decir un poco mi letra. Pero mucha gente lo interpreta de otras formas. Es una cuestión personal esto, pero es bastante volada la letra. Entonces podés interpretar de varias formas la canción.

Camalote de Sueños es parte de un disco de trece temas. Iba a decir catorce, pero lo reduje a trece. Esa cantidad de temas tiene un bonus track porque es una canción que hago con mis hijas. Ellas están tocando conmigo, pero con otro proyecto que se llama Germinares. Vamos a presentar una canción que es fuera de la línea folklórica y la vamos a presentar en conjunto. O sea, voy a ir como Raúl Rambaud, solista, y Germinares, que es el proyecto que tenemos en grupo. Es totalmente distinta la canción esa, es una canción del género rock. Prácticamente no tiene nada que ver con el disco, entonces por eso va como bonus track.

Todo el disco fue producido antes de la pandemia y durante la pandemia, en su mayoría, algunos temas, creo que los menos, serían dos o tres, se hicieron postpandemia, básicamente durante el año pasado, porque este año fue para hacer retoques, no más. Camalote de Sueños creo que es de los primeros temas que compuse dentro de esta cantidad de temas que tengo que presentar.

¿Cómo es esta nueva modalidad de lanzar una canción y luego ir dando a conocer el resto hasta completar el disco?

Esta nueva modalidad es, más que nada, porque hoy la gente tiene mucha información a disponibilidad y como producciones que llevan mucho trabajo al artista, y más cuando se trata de artistas a los que les cuesta hacer producciones de calidad, conviene ir lanzando el disco de a una canción como single y quizás al finalizar el disco completo le damos el nombre y obviamente son todos esos temas parte de ese disco. Pero muchos artistas de renombre sacan todavía el disco completo porque tienen el sostén de una productora atrás.

A nosotros no nos conviene eso porque pasa todo tan rápido, la información es rápida y el trabajo que hacemos nosotros por ahí después no se ve reflejado en la cantidad de tiempo que le dedicamos y la cantidad de dinero que le pusimos a la hora de ver los frutos. Entonces sacamos de a poco así se ve más de manera pausada, pero por lo menos rinde más en el tiempo la devolución tanto de contrataciones como de vistas.

¿Cuáles son las similitudes del proceso de trabajo de Camalote de Sueños comparado con los discos anteriores que lanzaste y los que fuiste productor?

Trabajé con gente de Salta en los últimos discos, productores y arregladores que hoy trabajan con Ahyre, anteriormente con Los Nocheros. La persona se llama Fernando “Zurdo” Borjas, con él hago la parte de sesión de grabación, que es ir a grabar al estudio, le paso la idea y en parte también él sugiere, después me manda todo a mí. Eso es casi una similitud en todos los últimos trabajos.

Yo hice un disco de música católica que se llamó Proyecto Luz (2015) y ya usábamos ese método.

Y después en el primer disco que fue Desheredados (2011) fue distinto porque fui a grabarlo a Santa Fe y fuimos haciéndolo con diferentes músicos, fue más un lento proceso porque es coordinar las horas de ensayo, de grabación, es más lento.

Las producciones están a cargo mía con la idea general. Yo mezclo acá en Rafaela una vez que tengo toda la parte de grabación, y postproducción sería la parte de sumar algo que consideremos que haya que sumar, como por ejemplo un teclado, una guitarra, un coro.

En 2012 Raúl también editó su disco Cuando te vuelva a ver. Además, en este tiempo fue sacando varios singles.

¿Con qué géneros musicales te identificas y cuál o cuáles son los que más definen tu música?

Siempre fui muy abierto a escuchar varios géneros musicales, más ahora que tengo a mis hijas que están estudiando música y me enseñaron mucho de otros géneros musicales, ente ellos el rock. Ahondé más ahí y me gusta mucho. Con ellas hacemos mucho rock y pop nacional, no salimos de ese género. Pero siempre me identifiqué con el folklore, siempre fui más de ese lado.

Por suerte disfruto la música en general, no me enfrasco en una sola cosa. Y se ve reflejado también en la música que hago como solista porque el sonido que yo tengo es bastante actual. Dentro de lo que es el género folklórico yo incluyo sonidos modernos, trato de generar un poco el ambiente de lo nuevo y traerlo al folklore, y no solamente hacer chamamé o chacarera. En ese sentido soy muy abierto a componer y a sumar. Ahora tengo una chaya también que estamos buscando los sonidos para poder incluir y poder hacerla lo más original posible de acuerdo a lo que yo considero que puedo aportar.

¿Cómo es el proyecto Germinares que llevas adelante con tus hijas, quienes te acompañan a tocar?

Hace tres años que toco con ellas. Mi hija mayor, Olivia, tiene 16 años, toca el piano y está terminando la carrera de piano el año que viene en la Escuela Municipal de Música “Remo Pignoni” de Rafaela. El año que viene termina el secundario y termina la carrera. Candela tiene 14, hizo durante años clases de violín y después se volcó al bajo, y siempre tomó clases particulares y ahora termina. Estudia otras cosas, pero el piano también lo toca. Es una chica que tiene mucha capacidad. Y se enfocó a tocar el bajo en el proyecto.

Disfrutamos mucho tocando juntos. Salimos mucho de viaje. En la oportunidad que tenemos siempre de salir creemos que es una linda forma de compartir momentos en familia. Ahora tenemos que ir a Salta el 15 de junio a hacer unas filmaciones y aprovechamos el viaje para también tocar.

Mi tercera hija, Lucila, que es la más chica, tiene 12 años y está estudiando también en el conservatorio, en este caso guitarra, y está en proceso de formación todavía. No está para salir a tocar, pero creo que de acá a un año o dos, se suma. Pero tiene una labor muy importante en los videos, siempre filma los shows, tiene esa parte que para mí es muy importante. Aparte de que tiene un carisma muy lindo.

¿Además de lo que tenes por delante con Camalote de Sueños y el disco, cuales son los proyectos a futuro?

Mis proyectos a futuro tienen que ver más que nada con seguir sumando canciones. Durante dos meses voy a difundir un tema que en este caso sería empezar el 10 de mayo con Camalote de Sueños, y después el siguiente, de acá a 60 días, y así sucesivamente. Eso demanda tiempo. La empresa que me ayuda a lanzarlos exige los requisitos básicos para que el tema sea lanzado por plataformas, el video clip, etcétera. Para mí, que vivo de otra cosa, demanda bastante tiempo, algo de dinero, y siempre exigiéndome de que salga lo mejor que puedo, teniendo en cuenta que vivo de otra cosa, hago lo que mejor puedo. Me exijo lo que más puedo, pero trato de disfrutarlo.

En el momento que considere que va tirado todo de los pelos, voy a mermar un poco. Mientras tanto tengo margen como para ir tranquilo porque tengo la mayor cantidad de los temas grabados y solamente les tengo que poner las voces y algunas otras cosas que después vamos a considerar en sumar, pero tengo bastante tiempo como para ir haciéndolo tranquilo y disfrutar el camino bastante holgado.

Después vienen las actuaciones que vayan saliendo. De hecho, hace unos días me llamaron para tocar en un evento en Cañada Rosquín, de gente que me conoce, pero sin que yo haya generado publicidad, que eso es lo que uno hace posterior al lanzamiento de cualquier material: hacer algo de publicidad y ahí vienen las actuaciones, después contrataciones, así que vamos a ver si funciona el material y si tenemos suerte vamos a tener que salir a tocar varias veces.

Finalmente, si bien estás radicado en Rafaela hace, sos de Villa Minetti. ¿Cuál es el recuerdo de ese lugar y que influencia tiene en tu música?

Hace casi 14 años que estamos en Rafaela, llegamos a fines de 2010. Yo siempre fui parte de mi pueblo y me cuesta decir que soy de Rafaela. Y lo digo en las notas, con toda honestidad, cruel a veces, porque 14 años es mucho y parecería que uno no está agradecido de vivir donde vive. Pero me cuesta decir que soy de Rafaela. Pero a su vez no he vuelto a Villa Minetti a tocar todavía, y eso a veces me duele un poco. Rafaela como ciudad siempre me brindó muchas posibilidades para crecer y por eso también elegimos venir para acá.

Con respecto a los recuerdos que tengo de Villa Minetti, son los mejores. Toda mi infancia y adolescencia allá, tocando mucho con Los de Minetti, viajando bastante, disfrutando del campo y tantas cosas lindas. Creo que uno es parte de la historia que va viviendo así que, si no hubiera sido de allá, no hubiese compuesto las canciones como las hago, y tantas cosas que uno no se da cuenta que se van construyendo en uno, una forma de ver las cosas gracias a las vivencias que se tienen.

Yo le agradezco mucho a mi vida de cómo se fue dando, la verdad que aprendí mucho en mis años en Villa Minetti. Disfruté mucho vivir allá y la etapa que me tocó vivir creo que fue excelente porque hoy yo tengo la mala suerte de vivir la inseguridad que no existía en mi pueblo. Acá esa inseguridad hace diez años atrás tampoco existía, y allá no existía, nunca pensamos ni siquiera en andar encerrados; acá eso pasa. Eso vale oro. Y lamentablemente mis hijas no lo vivieron. La más chica directamente nació acá, la anterior vivió los primeros dos años en Villa Minetti, y la otra también, pero prácticamente no se deben acordar nada. Pasaron muy poco de su niñez. Una lástima que ellas no disfrutaron tanto esa libertad que uno tiene cuando vive en un pueblo y la seguridad que ofrece.

 

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