Una aventura virtual que es pionera en Villa Minetti
En Villa Minetti comienza a tomar forma la primera Streaming House del país ubicada en un pueblo. Este espacio exclusivo donde convivir y desarrollar actividades a través de la plataforma virtual Twitch es una aventura en la que se encuentran inmersos dos adolescentes de la localidad, que se animan a contar la experiencia llenos de entusiasmo.
Tomás Lanzetti (21) y Javier Maidana (18) vienen pergeñando la idea desde hace tiempo, y hoy ya tienen el lugar donde empezar a proyectarse. Lograron alquilar una casa para desarrollar con mayor dedicación eso en lo que vienen trabajando a través de Internet, con una computadora, una cámara y un micrófono de por medio.
“Lo que hacemos son transmisiones a través de Twitch. Es como la televisión, pero por esta plataforma. En lugar de tener un estudio y un guion como en la TV, uno hace lo que quiere, como jugar o charlar. Otra diferencia es que la plataforma tiene chat para interactuar, lo que te ayuda a crecer en tu canal haciéndote conocer”, cuentan a manera de introducción.
En Twitch, Tomás es TnoaL y Javier es Javi_mda. En sus respectivos canales, cada uno lo administra con un perfil determinado: el primero se especializa en video juegos y el segundo en interactuar con el resto de los usuarios.
“Jugas para entretener, pero también para aprender, y podés ser profesional. También podés buscar lo que querés ver, a diferencia de la televisión. Y hay muchísimas cosas para ver, y al mismo tiempo te ven personas en todo el mundo”, detallan acerca de la plataforma virtual que es furor a nivel mundial y en la que incluso “muchos canales de TV y medios de comunicación ya tienen su espacio”.
Sumar seguidores y suscriptores, u obtener anuncios o colaboraciones, son formas de monetizar la tarea de quienes pasan horas frente a la computadora compartiendo contenido con espectadores de cualquier punto del planeta.
Los jóvenes señalan que Twitch es utilizada por “personas de todas las edades. Pero los que transmiten son principalmente adolescentes de entre 15 y 30 años, con excepciones de personas más grandes. Lo que más se consume es el Just Chatting, que es hablar por el chat, interactuar con la gente. También transmisiones de eventos”.
Como usuarios de la plataforma, tienen claro que se trata de una tarea a largo plazo: “los que empiezan por dinero, terminan dejando porque no se gana rápido. Hay que permanecer. Tenés que llegar a metas, primero afiliado, que es con contrato que podés empezar a monetizar suscribiendo o con donación de Bits, que es la moneda que utiliza Twitch (1 bits es un centavo de dólar). A los afiliados les da las suscripciones 50% y 50%; y siendo Partner, es un contrato más oficial y te dan la tilde azul y el 75% de las suscripciones y pago por anuncios. También hay quienes ponen el link para donaciones por PayPal o Mercado Pago”.
“Es difícil vivir de streamear, pero no imposible. En Latinoamérica más complicado porque la plataforma no le tanta importancia como en otros lugares. Por eso es importante apostar a la donación. Hay comunidades, también equipos de juegos, y en el futuro nos gustaría entrar. Las marcas ponen mucho dinero en equipos o eventos”, agregan con entusiasmo.
Una “buena” computadora, cámara y micrófono, son elementos fundamentalmente necesarios para poder llevar adelante la tarea (también se puede hacer con un “buen” teléfono celular). A partir de ello, “después te vas armando y mejorando”. Pero hay un elemento clave que es Internet, y es el que muchas veces genera algunas complicaciones: “la inestabilidad que tiene el servicio en un pueblo como el nuestro hace que haya muchos micro cortes. Se necesita más potencia para no tener problemas. Eso es algo que tendría que mejorarse”, apuntan.
Sentarse frente a la cámara y expresarse puede resultar una idea sencilla. Pero lo cierto es que quienes ahora lo hacen a diario, primero debieron sortear dificultades, principalmente las que surgen desde el interior de uno mismo. Así lo grafican: “primero tenés vergüenza y no sabes que hacer. Pero después lo haces sin que te importe lo que digan, la vergüenza se te va, y más cuando la gente te banca. Ahora no te das cuenta que está la cámara prendida, sos como sos. Nos pasa como a todos en cualquier trabajo”.
La Streaming House de Villa Minetti es pionera y poco a poco toma la forma que Tomás y Javier quieren ir dándole. Hoy ambos trabajan en otra actividad y con ello costean los gastos que significa el alquiler y mantenimiento del lugar, donde además viven. Pero lo que hoy hacen a través de Twitch es una apuesta a futuro: “No sabemos si vamos a poder vivir de esto porque es difícil, llevaría años, pero no es imposible. Como meta queremos tratar de llegar a más gente y crecer y ahí planear a futuro. Es un gran comienzo tener la casa, donde queremos hacer mucho contenido cuando se pueda”.
“Siempre estuvo la idea de una Streaming House. Empezamos nosotros dos y queremos desarrollarla con otras dos personas más, en equipo. Es la primera en un pueblo y eso es mucho. Y que el día de mañana todo se pague con lo que se genera acá, sería algo muy bueno”, remarcan con entusiasmo y agregan: “La idea también es en algún momento poder ir a Buenos Aires por contactos y trabajo, para juntarnos con otros que hagan lo mismo, para generar más contenidos y buscar marcas que nos acompañen”.
Así, con el impulso de su juventud, Tomás y Javier apuestan de lleno a sus ideas y se aventuran a transformarlas en realidad. Mientras, se entusiasman combinando trabajo y entretenimiento persiguiendo mejores objetivos. Y disfrutan en casa, “con muchas cosas en mente, muy motivados”.