Robos y vandalismo, la otra pandemia que sufre la escuela 300 de Villa Minetti

Impotencia, desgano, bronca, dolor, tristeza. Son algunas de las sensaciones que dejan los hechos de robos y vandalismo que se vienen repitiendo desde el inicio de la pandemia en el predio de la escuela secundaria N° 300 de Villa Minetti. Pese a que directivos y personal dedicado al campo no paró nunca de trabajar de manera presencial, se reiteraron preocupantes episodios delictivos que ocasionan serios perjuicios a la institución educativa y, por ende, a toda la comunidad.

Uno de los primeros robos fue a mediados del mes de abril, donde le sustrajeron un caprino.

Luego hubo un serio ataque al sector avícola, rompiendo tejidos y robando gallinas ponedoras, llegando a contabilizar la pérdida de más de 35 animales.

Respecto a este último hecho, las denuncias y averiguaciones llevaron a descubrir que se trataba de jóvenes que ingresaban al predio en horario de la siesta y las mataban a patadas o con palos.

En los últimos días, el blanco fue el sector caprino y ovino. Primero sustrajeron dos chivos, uno de ellos el que habían preparado como futuro reproductor; y días después les robaron otras dos chivas y un cordero (esta última producción iniciada en el presente año).

A los episodios de robo se le suma el vandalismo que, para poner un ejemplo, en lo que va del año la escuela lleva gastados casi 30 mil pesos en reposición de vidrios rotos, principalmente por ataques con gomera.

“Doloroso”

En diálogo con Periódico 9 de Julio, el director de la institución educativa, Emanuel Cramara, describió como “doloroso” el panorama que vienen sufriendo, señalando que genera “impotencia, bronca, desgano, porque es algo que no solo afecta a la escuela, sino que afecta a toda la comunidad, porque cualquiera tiene un hijo, un sobrino, un nieto, que pasó, pasa o va a pasar por la escuela”.

“Trabajamos para que toda la comunidad pueda disfrutar de la escuela en las condiciones que se merece, y que pasen este tipo de cosas nos pone muy mal porque los daños los sufrimos todos”, agregó.

El director de la escuela contó que, a pesar de la pandemia, que hizo que los alumnos dejen de ir a clases presenciales, “nosotros continuamos yendo y trabajando con las distintas producciones que tenemos en el campo. Tomamos esa decisión para que todo se pueda mantener y que puedan llegar de la mejor manera al año que viene, pensando en la vuelta a la presencialidad”.

Luego de los robos sufridos la semana pasada, “salimos por el barrio, casa por casa, dejando nuestros números de teléfono a los vecinos para que, en caso de ver algún movimiento raro, nos puedan avisar”, indicó el director y remarcó: “lo que queremos es concientizar a la comunidad y que esto se solucione. Las pérdidas para la escuela son muy grandes, pero al mismo tiempo las pérdidas son para toda la comunidad”.

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